RECUERDOS DEL FUTURO

domingo, julio 30, 2006

QUIERO QUE ME TRATES SUAVEMENTE


"Nunca le habia cantado una canción a una chica, y nunca había besado a Maria.
Solo, como dije antes teniamos encuentros donde solo charlabamos. De qué? No sé... de lo imposible de nuestro "amor", pero de la magnitud que abarcaba ese sentimiento.

Una vez, me llamó por telefono y me citó a mí y a un amigo. Ella iría con su amiga.

Lo cierto es que no sé como fuimos a para a la estación de Monte Grande.
O sí, lo sé...ella tenía un novio desde hacía 4 años, y había que alejarse de Glew.

Los otros chicos se fueron y nosotros nos sentamos en el pasto de la plaza de la Estación...
Otra vez charlamos...pero en un momento me pidió que le cante una canción...
Tuve un duelo a muerte con mi timidez y logré entonar unos versos...que no sé bien porque elegí ese tema.
Hoy, cuando el tiempo ha pasado y escucho esa canción me doy cuenta que elegí los versos justos para esa relación tan rara pero intensa...

"alguien me ha dicho que la soledad, se esconde tras tus ojos y que tu bluza atora sentimientos...que respiras. Tenés que comprender que no puse tus miedos donde están guardados y que no podré quitártelos si al hacerlo me desgarras..."

Ella asintió silenciosa....
Corria el año 1989 y nos besamos por primera vez."

Adrian

martes, julio 25, 2006

SÉ LO QUE HICE EL ÚLTIMO VERANO


Enero de 1987

Con el buen tiempo se comienza a pensar en las vacaciones, en que hacer durante esos dias de descanso tan deseados y soñados. Algun viajecito, descanso, buena comida, mas descanso, leer, la playa, buenas cenas, quitarse el reloj, buenos aperitivos...
El caso es hacer planes, para los mas atrevidos un viaje de aventura con la mochila a la espalda y un lugar exotico que visitar.
Para mi que soy mas tranquilo y menos atrevido (y no tan afortunado) una salida a conocer nuestro pais y sus curiosidades.
Me estoy acordando de mi viaje tranquilo de aquel año pasado. Ni siquiera recuerdo cuál fue el destino, pero oigo en mi mente "que bonito, cuantas vacas, cuanto verde, cuanta gente..."

Visitamos unos lagos, pero yo estaba ido, extraviado pensando en esa carta. Escuchaba a lo lejos... "sí, tuvimos mucha suerte si, llegamos temprano y pudimos subir, cuando bajamos nosotros, ya no dejaban subir por exceso de visitantes"
Tardamos poco en verlos (hacia frio, ¡sí! en enero... y empezo a llover, pero a llover eh...) asi que fuimos a ver el monasterio, desde luego un lugar precioso (que curioso que las virgenes siempre elijan sitios tan bonitos para manifestarse o aparecerse.

Si tienen algo en comun aparte de ser vírgenes y santas, es el buen gusto por parajes extraordinarios, algunas coincidencias más tambien veo, pero este tema lo dejare para otra vez.

Cada vez que saliamos de excursion veiamos un río y la gente en botes, gritando, diciendo estupideces y cosas ignorantes. Bueno, en ese tiempo de mi más alta edad adolescente todos me parecían ignorantes y estúpidos.

Comenzó la aventura, en una explanada donde un pelotudo porteño con cara de "porteño-qué hago-yo-acá-cuando-podría-estar-en-la-biela-tomando-un-martini-o-en-el-café-de-la-Paix-picando-unas-papafritas-pero-bueno-acá-me-mandaron-los-de-la-escuela-de-turismo-de-mierda-esa-yo-quería-estudiar-en-esa-otra-de-la-avenida-cordoba-que-no-me-acuerdo-como se-llama-pero-queselevasé". El pibe... (se hace llamar pomposamente "monitor") te indica como hay que utilizar al remo (casi no preste atencion, estaba atento de que no me dieran con el remo, y a mis pensamientos de la bendita carta), luego te suben en la canoa y te lanzan al rio y te das cuenta que no tenés ni idea de qué haces ahí, pero estás, así que a remar, y como no he prestado atencion, pues... no sabés, y en vez del descenso yo comencé a hacer el ascenso, y nada, que mi abuelo me miraba desde la orilla, y yo parece que no queria ir para el mismo sitio que yo, al principio te reís, luego no tanto... y pensaba locamente... cuando mi rema tiraba para cualquier parte... "¿es que para ahí estará Glew?"

Cuando realmente comenzo el descenso y ya parece que sabes de que va el tema, te animás, y disfrutas. Hacia un dia soleado, precioso, al aire libre y haciendo un poco de deporte, un dia perfecto.
Paramos a comer un sanguche y descansar un poco y seguimos rio abajo, muy bonito todo, aunque para ser sincero habia en algunos tramos mas atasco que en Buenos Aires a la hora pico, pero se hacen amistades, hablas con la gente: "¡tené cuidado!" "que me daaaaaaaaaaas" "subí el remo""perdon, perdona", y pensás "que bonito".

Pero solo un segundo.

Todo queda en una anecdota, sale el sol y el dia se queda mas bonito que empezó.

Cuando llegué de nuevo a mi cama... no en un hotel, íbamos en casa rodante... lo primero que hice fue abrir mi desgastada agenda, y releer la bendita carta.

No solo me acuerdo por la proximidad de las vacaciones de este ultimo verano, es que hay dias como el de hoy que aun me duele.

Los brazos de tanto remar, y el alma de pensar en ella.

sábado, julio 22, 2006

LIMPIEZA GENERAL


Es día de limpieza general.

La imagino a ella, armada con escobas, spray limpia todo y silbando comienza a frotar donde hay mas suciedad.

En una bolsa tira sin reparos los restos de cariños falsos, a los fantasmas del pasado y a las amistades caducadas.

Quedan manchas que dejó algún despistado de magia fétida, que no contagia, y conveniencias ajenas que no valen absolutamente para nada, y las elimina con una goma de borrar sabor a crema chantilly.

Hace un nudo en la bolsa de lastre apretando bien fuerte y se siente más ligera.

Lo tira al contenedor de basura, para de silbar la canción y empieza a cantarla.

Es esa vieja letra que ahora cantan Los Nocheros, la que dice:“ Procuro olvidarte, siguiendo la ruta de un pájaro herido... procuro alejarme,de aquellos lugares donde nos quisimos, me enredo en amores, sin ganas ni fuerzas por ver si te olvido …”

Satisfecha y cantarina se va a la playa a contarle a los tritones que ahora está más que limpia, liberada.

Dios Santo, mis cartas no están en la basura. Las guardó en un pequeño cajón y algún día volverá a encontrarlas.

Soy un afortunado.

viernes, julio 21, 2006

EL VIAJE


Una vez el viento me susurró algo tentador y salado, abandoné todo mi mundo y le hice caso para perseguir un sueño con nombre de mujer.
Cosas de la vida que pasados los años han vuelto a mí las cartas que escribí desde el avión, y ésta es la primera que envié a la mujer que compartía mi vida por aquel entonces.

Pero indefectiblemente me aprece en la mente aquella carta que me diste en una tarde de verano, de manos de una prima, y me bebí con los ojos.

“No sé como estarás al recibir esta carta, ni donde estaré yo, ni siquiera si me habrás perdonado por ser como soy".

La primera línea me la aprendí de memoria. En ella me decías lo que sentías, y me regalabas un poema de Benedetti.

No sabía como despedirme, me moría al intentar decirte adiós. Cuando te llevaba a casa y me besabas en todos y cada uno de los semáforos, repetías que te parecía increíble que me fuera.

En aquel momento parecía mentira y una película de terror mas que de aventuras. Yo tampoco quería prescindir de vos ni sabía si podría hacerlo, pero iba a intentarlo.

Ahora que estoy ya al otro lado del mar trabajando en los preparativos de un largo viaje, es difícil no pensar la inmensidad de cosas que juntos hemos sentido hace un océano de años.

Quiero mantener esa inmensidad a la vuelta.
Quiero sentirte cerca en la distancia.
Quiero recordar como era que te cuelgues de mi cuello como una lapa, y quiero que me perdones por haberme ido y elegir ser un lobo de mar o un aprendiz de pirata antes de marchitarme ignorando mis sueños siendo lo que deseo, pero no deseando lo que soy.

Y seguir mi rumbo esta vez de espuma de sabe Dios cuantos mares sin que me pongas freno.

Ya sé que todos piensan que llorar no es cosa de hombres, y sé lo mucho que tendrás que oír y aguantar.

Gracias por creer en mí.

Quiero que seas feliz estos meses que estaré fuera, que pienses que llegaré en una ola blanca cuando menos te lo esperes, que tendré el sabor del océano y que sólo vos saborearás mis orillas de lado a lado.

Estoy deseando zarpar, pienso que cuanto antes salgamos antes regresaremos, aunque el resto de la tripulación se ríe de mí y dice que más da, un mes más que un mes menos.

Me despido acariciando a la brisa que va hacia el noroeste con la cara vacía de besos.

Si algunas vez adviertes
que te miro a los ojos...

jueves, julio 20, 2006

DESMAYO



Cuando yo estaba en segundo año tenía un amor...que venía ya de primero.

Una vez en una olimpiada estudiantil en Lomas, ella sufrió algo así como un desmayo...Una muerte particular, instantanea y superable. Yo participaba de las competencia, hastan que en un momento una profesora de gimnasia acompañada de una compañera se acercaron y me dijeron:

- Adrian...sabés que Andrea se desmayó? hace muchos minutos que no la podemos hacer reaccionar...Recien, sin abrir los ojos solo alcanzó a balbucer algo..y ese algo era tu nombre.

Yo no atiné a reaccionar. Les quise aclarar que yo con ella había cortado hacía un tiempo y qué cosa podría hacer...

- Por favor Adrian, podria estar muriendo.

No sé de que forma explicar el temblor de: maxilares, piernas, brazos (o sea huesos en general). Fuimos al bar del predio donde la tenía sentada en una silla, y aún estaba así... casi inconsciente. Tambien era verdad lo del nombre...ella repitió mi nombre hasta que yo al animarme y acercarme le dije "ey andrea que pasó?". La inundó primero un silencio y de sus ojos como una cascada empezaron a fluir lagrimas sin parar.

Dias más tarde la visité en su casa, en su prolongado y obligado reposo. Me topé con su hermano, policia, quien no puedo soportar la tentación de realizar una ridícula "averiguación de antecedentes". Una vez superado el escollo, la ví a Andrea. Estaba algo débil y nunca supe bien de que estaba enferma.

En los días posteriores comenzamos a salir nuevamente. Así era esta relación, con principios y finales inesperados. Sin una discusión...extraño no? ahora que lo pienso.

A veces, despues en tercero y en los demás años solo antuvimos algunos diálogos y muchas miradas.

Años más tarde, en un encuentro casual, un compañero de esa época me recordó la fecha de cumpleaños...y la llamé. Le conté de mi nostalgia por "aquel" suceso...De lo que ella solo recordaba "los momentos previos y los dias posteriores...Lo demas fue un extraño sueño...si un sueño...si...un sueño...y nada más."

miércoles, julio 19, 2006

QUÉ NO ES.



No.

No es la mejor, y problemente no sea la más honesta.

No me importa.

No, no es rubia de ojos celestes.

No.

No es una persona gentil y simpática. De hecho es muy personal e introvertida.

A veces le gusta disfrazarse de Minnie Mouse y me acaricia la cabeza como a un nene.

No.

No es diplomática.

Te dice lo que piensa en el momento en que lo piensa. Sea cual fuere.

No.

No le gusta que la toquen. A menos que sea... ahí.

No, no te sonríe gratis. Pero cuando lo hace suenan violines. O mejor aún, "The grat gig in the sky" de Pink Floyd.

No. No le va la música de moda.

Es personal, especial, distinta, diferente. Y huele como una pradera justo en el momento en el que el sol asoma.

Vive justo justo a mitad de camino entre la estación y el colegio. O entre el cielo y el infierno. O entre esta dimensión y la otra.

Hoy voy a conocerla. Y todavía no lo sé.

Pero me quedó ese lunar debajo de su ojo izquierdo. Un pequeño e imperceptible lunar que 126 días mas tarde besaría por primera vez.

sábado, julio 15, 2006

SECUENCIAS



DISCO INFIERNO

Hubo un lugar, en el que parecían acelerarse nuestros procesos adolescentes.
Era un boliche, o discoteque o simplemente disco como se dice ahora. En ese lugar empezamos a tener contacto real con la "noche"; con su magia y sus miserias.
Ricardo no acostumbraba a ir seguido pero tengo presente lo bien que la pasamos las veces que estuvimos juntos.
Definitivamente de alguna manera todo el colegio pasó por ese lugar.
Había algo que nos parecía trágico en ese momento y con el tiempo descubrimos que era una tontería. En realidad descubrimos que el fin del mundo a los catorce años es ahora un vaso que recién se empieza a llenar.
El problema eran “nuestras chicas”. Ahí fue que empezamos a descubrir que “nuestras chicas” del curso comenzaban a transformarse en mujeres.
Bastaba verlas los sábados muy producidas para sorprendernos y notar lo que estaba pasando.
Era costumbre empezar la semana buscando detrás de esos uniformes amorfos aquellas curvas insinuadas en la disco, buscar también esos gestos sensuales de ojos delineados y labios pintados, en esas caras lavadas de semana.
La tragedia real era acercarse a hablar con estas chicas, siempre acompañadas de amigas desconocidas para nosotros.
Era:
- Ho oo la … eee có coco mo estasss?
- Ah, bien Adriancito….

Adriancito!!, me mataba ese diminutivo que nunca utilizaba en la escuela. Porqué Adriancito y no simplemente Adrián? o Adri? como sí me llamaban…Es que las chicas debían mostrarse superiores ya que sus ojos y sus labios solo estaban esperando por los chicos mayores de cuarto o quinto año.
Y ahí pasábamos las noches tratando de conquistar lo inconquistable.

Pero la vida da vueltas y de repente nosotros tuvimos los 16 años necesarios para estar en cuarto y esperar por la atención de las nuevas chicas menores. Pensamos que nuestras compañeras estarían perdidas en la disco.
Pero no, esa fue otra tragedia … ellas ya pensaban en los de veinte.


A ESOS OJOS TRISTES

- El que ríe demasiado no es felíz, le dije entre el rocío de una noche única.
- Es verdad…me dijo y dejó de reír.

No quería que dejara de reír, solo quería que dejara de tiritar y creí que bastaba con mi suéter. Pero no fue así. También quería que me contara los silencios que llevaba en su mirada.
Y así lo hizo.
Ricardo siempre pensó que Maria había sido tan importante siempre, pero no fue así.
Creo bien, que fue a partir de esa noche, ya por cuarto año y en la fiesta de una amiga, la ví sola sentada en un banco del parque, me acerqué y no dejamos de hablar y hablar.
Eso fue todo.
Ni besos, ni promesas.
Una charla trasnochada de palabras y palabras que solo dicen una sola cosa.
De esa manera algo comenzó entre nosotros, algo que no fue amor, ni obsesión. Algo diferente, incomprensible y único.
Volvimos a tener charlas como esas en otros madrugadas así, pero todo desapareció cuando más tarde formamos pareja.
De alguna manera esa es la explicación a mi alejamiento definitivo y a mis formas de reir demasiado.


LA TROPA BRAVA

Salir y entrar de los recreo era mucho más que eso.
Salir era
- Todos juntos a la conquista.
Nunca supe bien a la conquista de que, pero salíamos a la conquista.
Nuestra salida era ruidosa, nuestros risas eran ruidosas y los gestos exagerados con esa idea de ser el centro de todo.
De pensar que los demás permanecían mirándonos, atentos a nuestros movimientos.
Todos juntos ahí en el patio.
Era…el mejor lugar.
A veces otros alumnos intentaban unirse, pero nuestras miradas se comunicaban a la velocidad de la luz, y encontrábamos la forma de hacer sentir “fuera del grupo” al otro individuo que decidía retirase disimuladamente.
Y seguíamos ahí, juntos a la conquista de todo.
Y así fue.
Lo tuvimos todo.

viernes, julio 14, 2006

EL REGALO


Hace pocos días que ella me escribió anunciando su llegada
y que antes recibiría dos paquetes imposibles de traer, matizando que se deberían abrir por la noche y con ella presente.
El Lunes llegaron los paquetes y con ellos ayer me fui a recibila a la estación. Apareció como Papa Noel, repleta de paquetes y bolsas como si se trasladara de país
y tan sólo venía a cenar.
Cenamos en un restaurante mirando a un mar que no veíamos, pero estaba, te lo juro por la Virgen Gaucha, y entre plato y plato me daba los regalos, y yo le daba los míos.
Había pasado demasiado tiempo sin vernos.
Pero hoy comentaré sólo uno.
A la altura del champagne, estábamos ambos achispados, y... me lo dio.
Una caja naranja que decía: “Para que andar si podés volar”
Contenía unos magníficos botines que aparentemente son normales hasta que desplegás las alas ocultas y se transforman en unos fenomenales ¿patines? ¿zapatos de Mercurio? ¿botas de Superman?. Da igual.
Pero faltaban los dos misteriosos paquetes por abrir, y al acabar de cenar la llevé a la casa de un amigo, que estaba de vacaciones. Allí ella se dirigió a la orilla (ya les dije que había playa, aunque no la viéramos) cargando con ellos mientras me advertía que me diera vuelta porque no podía mirar.
No sé cual fue mi cara al girarme, ni la de los que aquella noche a las doce y diez miraron al cielo de Longchamps y vieron como doscientos fuegos artificiales llenaron la noche de colores y silbidos mientras ella entre risas decía: “Son para vos”
Entonces entendí porque no pudo traerlos antos y que siempre adoraría éste, ése, aquel momento.
Y la adoraría a ella, claro.
Se despidió diciendo que ahora ya tenía alas, y yo le regalé mi hasta ahora inseparable anillo del Sol.
A veces lo veo, flotando.
¿Pero qué estoy diciendo...? Si aún no les conté el principio de la historia...
Empecemos desde el principio...

miércoles, julio 12, 2006

EN OBRAS



No sé por qué, pero tengo la sensación en la nebulosa del recuerdo, de que la escuela siempre estaba en obras.

Siempre arena en los patios, paraguayos trabajando. Adrián quería decir que había una especie de conspiración en esto. Pensaba que un tal Profesor Hongo ponía infiltrados en los patios para vigilarnos.
Pero para mí eran boludeces.

No importa, la cosa es que empezó el primer recreo y la vida cambió. un montón de faldas salieron a la deriva, y nosotros mirando esas piernas.

Vi que Adrián se separó de nosotros. Extraño, tengo esta otra sensacion nebulosa de que Adrián se pasó los cuatro años yendo y viniendo. Como un planeta con una órbita diferente. Pero al fin y al cabo, su elipse orbital acababa en ese patio.

Y en esa mujer.

No me voy a poner a describirla, más que nada por respeto, porque cuando él hable tendrá muchas y mejores palabras que las que yo tengo. Yo solo recuerdo su pelo.

Espumoso.

Y una sonrisa perenne.

Y los mocasines.

Ella era mayor que él.

Y ya sabés lo que pasa con las minas mayores.
Pueden enseñarte cosas nuevas.

Muchas cosas.

jueves, julio 06, 2006

SERIOS


Al fin entramos.
Nos ponemos serios.
Adrián se demora en la puerta de la iglesia... y me pregunto qué carajo pasa.
Apago mi cigarrillo en los muros.
Antes de entrar la veo salir. Algo se ha olvidado. Pelo rojizo y grueso, fuerte y deseable. Pelo para atrapar entre mis dedos y no dejarlo escapar.
Una mirada traviesa, casi lasciva.
La misa estaba en su punto más alto, y yo pensando en estas cosas...
Pero era inevitable.
El uniforme del colegio nos parecía tan excitante... Poderosas piernas enfundadas en basta seda clara. Falda breve e insinuante. Sobre todo para una nena de catorce años.
No importa. No basta, no interesa.
¿Quién era esa niña-mujer? Y muy especialmente, cuánto faltaba para poseerla.
Poco después la perdería un rato de vista, y más tarde, cuando besaba a alguien por primera vez en esa época de mi existencia (a alguien que odiosamente se empecinaba en tener el mismo nombre que la mujer más importante de mi vida, o casi)pensaba... ¿cómo será besarla?
Adrián me empuja, entramos.
Serios. Ya estamos en el colegio.
Vista al frente. Serios.
Pero ella se me había metido en las tripas.

martes, julio 04, 2006

ORACION


"Mucho antes que el amor sea lo que conocimos, en los momentos en que la amistad superaba varias pruebas...traiciones y fidelidades, reencuentros y distancias. En esos dias, me encantaba llegar caminando al colegio y notar la modesta pero imponente imagen de la iglesia. Con esa vista teniamos nuestros encuentros pre-ingreso, que duraba una eternidad...casi 10 minutos. Y de ahi veíamos pasar a todos los que de a poco iban llegando. Era un momento único, todos juntos hablando las estupideces que podrian preocuparnos en esos dias...Una vez que escuchabamos la campana empezabamos a desfilar muy lentamente...yo por lo general lo hacia ultimo, porque al pasar frente a la iglesia y en silencio, evocaba una oracion por Maria..."

LA CARRERA



4 de Julio.
Frío en el sur del Gran Buenos Aires.
Un puñado de hombres del futuro deben enfrentar una prueba.
Los corazones laten a tope.
Un hombre calvo en bicicleta los vigila, cual cancerbero silencioso.
Todos empiezan a correr. Se desvelan por marcar un ritmo.
Algunos se confunden y creen que la cosa es volar por el asfalto. Y se equivocan.
Porque acaban cansándose antes de tiempo. La cosa es mantener una secuencia de pasos. Uno, dos, tres...
uno dos tres.
En eso, dos tipos se ponen a la par. Uno mas corpulento. El otro delgado y fibroso. Al flaco no le cuestra mantener el ritmo. El gordito es orgulloso.
Conversan. Ya se conocen de mucho antes. Pero este es otro ámbito. Otro lugar. Antes eran niños. Ahora están aprendiendo a ser hombres.
La carrera consiste en ir y volver de un pueblo a otro.
Quien no se detenga, gana.
Como la vida.
Ese dia, hace 20 años... comenzó esa carrera.
No sé si ya ha terminado.-

RECUERDOS DEL FUTURO




Corría el año 1986.
Todas las cosas parecían eternas. Y la única preocupación eran los barritos de la cara. O como "tirársele" a esa minita (Dios, que raro suena "me le tiré" ahora).
Un grupo de amigos vivían los arduos (qué palabra "arduo") años de la secundaria.
Creían que el tiempo podía detenerse.
Fundido a negro.
20 años más tarde.
Nos levantamos, de la silla de la memoria, y con la mano sobre los ojos haciendo un techito, miramos a lo lejos.
A ver qué nos dicen los recuerdos del futuro.